martes, 10 de marzo de 2009

¿QUÉ NOS ESTAMOS PERDIENDO?

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UN VIOLINISTA EN EL METRO
Tomado de El Club de la Efectividad
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..........Un hombre se sentó en una estación del metro en Washington y comenzó a tocar el violín, en una fría mañana de enero. Durante los siguientes 45 minutos, interpretó seis obras de Bach. Durante el mismo tiempo, se calcula que pasaron por esa estación algo más de mil personas, casi todas camino a sus trabajos.Transcurrieron tres minutos hasta que alguien se detuvo ante el músico. Un hombre de mediana edad alteró por un segundo su paso y advirtió que había una persona tocando música. Un minuto más tarde, el violinista recibió su primera donación: una mujer arrojó un dólar en la lata y continuó su marcha.Algunos minutos más tarde, alguien se apoyó contra la pared a escuchar, pero enseguida miró su reloj y retomó su camino.Quien más atención prestó fue un niño de 3 años.. Su madre tiraba del brazo, apurada, pero el niño se plantó ante el músico. Cuando su madre logró arrancarlo del lugar, el niño continuó volteando su cabeza para mirar al artista. Esto se repitió con otros niños. Todos los padres, sin excepción, los forzaron a seguir la marcha.En los tres cuartos de hora que el músico tocó, sólo siete personas se detuvieron y otras veinte dieron dinero, sin interrumpir su camino. El violinista recaudó 32 dólares. Cuando terminó de tocar y se hizo silencio, nadie pareció advertirlo. No hubo aplausos, ni reconocimientos.Nadie lo sabía, pero ese violinista era Joshua Bell, uno de los mejores músicos del mundo, tocando las obras más complejas que se escribieron alguna vez, en un violín tasado en 3.5 millones de dólares. Dos días antes de su actuación en el metro, Bell colmó un teatro en Boston, con localidades que promediaban los 100 dólares.
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Esta es una historia real. La actuación de Joshua Bell de incógnito en el metro fue organizada por el diario The Washington Post como parte de un experimento social sobre la percepción, el gusto y las prioridades de las personas.
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La consigna era: En un ambiente banal y a una hora inconveniente, ¿percibimos la belleza? ¿Nos detenemos a apreciarla? ¿Reconocemos el talento en un contexto inesperado?.
Una de las conclusiones de esta experiencia, podría ser la siguiente: Si no tenemos un instante para detenernos a escuchar al mejor músico interpretar la mejor música ¿ qué otras cosas nos estaremos perdiendo ?.
Presta atención a todo lo que te rodea, incluso los detalles más pequeños e imperceptibles, pueden hacerte apreciar lo bello de la vida que te rodea. Cierra los ojos y continua con tu sueño...

6 De Mis Circunstancias, comentaron::

K y sus circunstancias, no se fueron sin decir:

Te has lucido, me encanta tu post de hoy, creo como en la pelicula se dice, que nos rodea tanta belleza que no podemos apreciarla, es una pena pero estoy totalmente de acuerdo.

Me repito buen post!
Un saludo amigo!

Anónimo y sus circunstancias, no se fueron sin decir:

Hola Manu!!! que buen post, si yo hubiese pasado por alli me quedo aún no sabiendo de quien se trata, por que me encanta la música, y además trato de no perder el instante presente, que en esta sociedad tan apurada para todo eso cuesta mucho. Dicen que la música amanza las fieras, sera por eso que siempre me detengo a escuchar. Besinho.

Manuel Benjumea y sus circunstancias, no se fueron sin decir:

Kiny gracias por el comentario, la verdad que si, que es una pena..

julia gracias a ti tb, yo no se si me hibiese parado, más que nada pq siempre ando perdido y con prisas. un beso guapa

Anónimo y sus circunstancias, no se fueron sin decir:

He llegado aqui, y quería felicitarte por este gran post. Muy bueno
Saludos

Perro y sus circunstancias, no se fueron sin decir:

Si es que nuestros sentidos tienen una capacidad que se llama acomodación.. es decir tu cuando entras en tu casa y huele que quemado (por no nombrar otro olor peor jaja), lo hueles el primer minuto porque luego tu sentido del olfato se acomoda a ese olor y ya no distingues quehuela mal.. eso es lo que pasa con esto, entras en el metro todos los días, o vas por la calle a dirio y estan tan acostumbrado a ver o a escuchar músicos, mimos, gente pidiendo dinero.. etc.. que prácticamente te pasan desapercibidos... A mi me parece más fuerte pasar todos los días junto a un mendigo de edad avanzada que le ves sin posibilidades, y no darle un euro que junto a un músico que como quien dice tiene muchas capacidades para hacer muchas otras cosas.... y eso lo hacemos a diario y ni nos fijamos...
No obstante es triste que esto suceda así.

Anónimo y sus circunstancias, no se fueron sin decir:

Pues sí, muchas veces tenemos cosas delante de las narices y somos tan borricos -todos- que no lo apreciamos salvo que nos lo indiquen expresamente... tragedias cotidianas que ocurren.