AMARTE DUELE

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..........Muchas veces hablamos del amor y del proceso de enamoramiento como algo positivo, constructivo e incluso "rejuvenecedor". También hay que tener en cuenta los aspectos negativos de estar enamorado, de querer a una persona, de sentir feeling por alguien y no ser correspondido, del daño que el amor ocasiona y de las cicatrices que dejan y tardan en cerrar.

Conforme vas creciendo, tus sueños van madurando y te vas dando cuenta de que los sueños, sueños son. Los príncipes azules no existen al 100% y esa persona que te dice querer, te traiciona a la primera de cambio. Mal de amores hemos tenido todos (o casi todos), desengaños amorosos, falsas esperanzas, desilusiones varias y un largo etcétera.

Yo como persona del mundo, he tenido varias relaciones de pareja, incluso relaciones esporádicas y virtuales. Recuerdo con sabor agridulce, una experiencia que tuve tiempo atrás, con un chico, al principio cuando apenas nos conocíamos, yo lo tenía en un pedestal, sin saber muy bien por que, pero lo tenia en lo mas alto. A este chico solamente lo conocía de vista del instituto y poco mas, y fue a través de unos amigos, como poco a poco fuimos manteniendo contacto hasta que el se fijo en mi como algo mas que un amigo. Una noche en una discoteca con ayuda de la deshinibición alcohólica, la música y la relajación propia de un fin de semana, acabamos juntos y revueltos. Ese día o esa noche mejor dicho, apenas pude dormir, era emoción la que sentía cada vez que recordaba el sabor de sus besos, el abrigo de sus abrazos y el calor de su carne. Recordaba cada susurro y cada gemido que nos entregamos aquella noche. Después de aquello poco a poco fuimos consolidando una relación estable, con fuerza y con ganas de seguir con el proyecto mutuo. En principio todo fue viento en popa a toda vela, de maravilla se podría decir, por decir también que estuvimos alrededor de cuatros años juntos.

Al principio yo notaba que era un poco celoso y manipulador, pero yo iluso de mi, pensaba que no eran celos, que aquello era amor y que se preocupaba por mi, si si, más bien se preocupaba por el mismo y en vez de "quererme" tanto yo deseaba que me quisiera mejor. En esos cuatros años juntos, vivimos situaciones de las más variopintas, alegres, felices, mudanzas, viajes, muertes, separaciones, peleas, alegrías, odios, tristezas, cambios, rutinas, etc.... yo que no soy rencoroso, me quedo con lo mejor, con lo que que hoy soy, gracias a lo que el aporto en mi configuración personal en un pasado. Analizando mi vida en uno de esos días en los que la mente esta más retrospectiva de la cuenta, me di cuenta que durante esos cuatros años, por amor, viví situaciones que no me gustaban, por amor deje de lado a mis amigos y familia, por amor llegue incluso a no salir a la calle ni a saludar a la gente para evitar las peleas por los celos de mi pareja, por amor llegue incluso a perdonar supuestas infidelidades, por amor hice el bobo y por amor me hice daño.

Un día tras hacer balance de mi vida y pensar en mi futuro, me di cuenta que por muy enamorado que estaba, no quería seguir adelante con aquella relación, no quería seguir evitando el contacto con los mios, no quería seguir evitando los cruces aleatorios de miradas con desconocidos que hacían que el se enfadara, me humillara.......

Mi vida empezó a ser tan monótona y aburrida que me hice dependiente de el, era como una droga, que a pesar de estar haciéndome daño y yo ser, poco a poco consciente de que amándolo me dolía, necesitaba verlo, consumir mi dosis diaria de sexo, amor, lujuria, dolor, etc... Era una droga muy fuerte, de las mas fuertes que hasta el momento yo he probado, supo arrastrarme hasta donde el quiso y hacer conmigo lo que estaba a su antojo, pero la medicina y la cura, la tenía yo, en mi ser, en mi mente y tras reunir la suficiente fuerza, decidí dejarlo, abandonarlo.

La reacción de el fue de sorpresa, pues yo que lo idolatraba, lo dejaba, yo que lo amaba, lo dejaba, yo que lo quería, lo dejaba. Los dos lo pasamos mal, el como verdugo y yo como víctima y viceversa. Su presa supo escapar de su trampa y eso lo enfadaba, lo malhumoraba y yo a su vez, que en mi corazón aún lo tenía sudando su nombre, estuve incluso tentado a volver muchas veces cuando el, llorando me lo suplicaba. Supe decir que NO con la cabeza, aunque mi mente aún deseaba volver a sentir el aroma de su carne y el sabor de sus besos.

Poco a poco el tiempo fue calmando la tormenta y yo fui recuperando lo que era antes de haberlo conocido, poco a poco fui recuperando mi forma de ser y de ver la vida, recuperando a mis amigos y familia.

Incluso hoy por hoy, tengo mi pareja que nada tiene que ver con la del pasado, la quiero, la amo y soy feliz a su lado. Hoy día me declaro enamorado de la vida y contento de compartir todos estos momentos juntos y los que quedan por venir.

Incluso siendo feliz al lado de mi actual pareja, aún, a veces, sueño con esa persona que tanto me marcó y dejo cicatrices en mí, a veces me despierto en mitad de la noche y siento que el ha estado cerca de recuperarme, de arrastrarme de nuevo a ese pozo sin salida, incluso muchas veces aún, en mitad de la noche en las que me encuentro solo, vuelve a mi memoria el calor de sus abrazos, el sabor de sus besos y el aroma de su carne.

Pero tengo clara mi postura fija y mantenida y es que, amarte duele.