martes, 16 de noviembre de 2010

APOSTE POR TI

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.......... La vida está llena de situaciones, en las cuales hay que saber elegir. Toda la vida se basa en decisiones y elecciones, sobre que camino seguir al llegar a una bifurcación.
La vida se basa principalmente en tomar decisiones, correctas o no, siempre hay que elegir y en mi caso puedo decir que tuve que apostar.

Mi alma acababa de ser agitada, desconcentrada y descolocada, cayendo desde lo más alto que pudo caer, destrozándome por dentro como cuando arrojas una vida a un precipicio y en seco choca contra el fondo del abismo. Tenia el alma batida por las aspas del odio, el desprecio y la traición.

Con artes de maestro consumado, supistes recoger cada trozo mío y poco a poco fuistes juntándolos a base de confianza, respeto y bondad. El puzzle lo tenías casi terminado pero aun así es débil y sensible y hay que ir uniéndolo despacito con hilos de sinceridad. Hilos que en un principio parecen que son tan frágiles como los primeros besos, pero poco a poco se van haciendo mas fuertes hasta que son extremadamente difíciles romperlos.
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.....Partiendo de esa premisa, iniciamos un camino juntos y de la mano, he de confesar que tengo miedo, que estoy realmente asustado. Por no poder, no puedo ni mirar a los ojos a ese ángel que me permite ver su aura a cada momento y principalmente tras cada sonrisa.

El amar duele, pero ese dolor hay que sentirlo, porque de lo contrario nos estaríamos perdiendo una gran verdad, una de las grandes, de las universales.

A pesar del dolor, amar también cura heridas y calma la sed de un cuerpo necesitado, desprotegido, falto de cariño, abandonado y despreciado.

Como siempre, llega el momento de las decisiones, de las bifurcaciones donde hay q saber elegir hacia donde ir, yo me dejé llevar por mi instinto, por mis sensaciones y aposté por ti, por seguir conociéndote, por seguir avanzando paso a paso, pero junto a ti.
Surgen dudas y miedos, pero a su vez, pasan a un segundo plano, sobretodo cuando te recibo, cuando me aceptas, cuando nos entregamos.
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Apostar hace referencia al juego, un peligroso juego, el cual no es concebido en mi forma de vivir. También hace eco a una elección, a una duda o a una opción entre varias.
Aposté por la felicidad, el cariño, el sueño, la ilusión, la pasión y el deseo, aposté por todo ello por separado pero a su vez como una unidad, como un todo.
Esta apuesta ha hecho que saque lo mejor y lo peor de mi, pues cuando me entrego al amor, soy egoísta, aquí o es todo o nada, no lo puedo entender de otra manera. Estoy tan seguro que hice la apuesta correcta que no me avergüenza decirlo ni de reconocerlo.
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Me siento feliz y con ganas de gritar al mundo lo bien que me encuentro, todo se lo debo a una apuesta a ciegas, pero el que no prueba a arriesgar, vivirá toda su vida con el peso de la cobardía sobre sus hombros. Y yo a esta a alturas de la vida no podría permitirme ese peso y menos aún arrepentirme por ser cobarde.
Volver a sonreír tras un extenso letargo, es la mejor sensación que uno puede tener y si encima le añades que aparte de volver a sonreír, se vuelve a sentir, se vuelve a desear, se vuelve a querer e incluso porque no a amar.

Las fichas están en el tablero, la partida ha comenzado, hagan sus apuestas, que yo ya se que tomé la decisión correcta.

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